Hace escasos minutos terminaba el partido entre Betis y
Málaga donde el equipo verdiblanco ha perdido una oportunidad de oro para
ponerse muy cerca de la permanencia ante un rival directo y que no ha sido
mejor que el conjunto bético.
El Betis llegaba con bastantes novedades en su once, hasta
seis, Vargas volvía al once tras su última sanción donde se caía Molinero y
Westermann entraba tras superar una lesión por Bruno, en el centro del campo
volvían Ceballos y Kadir por Petros y Joaquín y en la delantera debutaba como
titular Leandro Damiao en detrimento de Jorge Molina.
El partido comenzaba con un Málaga muy enchufado teniendo
grandes ocasiones todas despejadas por un Adán que sacaba una tras otra bajo
palos en un inicio bastante ofensivo por parte del equipo malagueño.
Tras unos minutos iniciales con algunos sobresaltos, el
Betis empezó a coger el control del partido y salía mejor posicionado
intentando crear juego a través de sus jugones buscando especialmente a Ceballos
y a Musonda que hacían mover al equipo ofensivamente hablando. El Málaga
también intentaba buscar la portería verdiblanca pero no lo hacía con
suficiente claridad. Se podría decir que lo más destacable de la primera parte
fue el choque que sufrió N’Diaye y por el cual tuvo que ser atendido. No hubo
grandes ocasiones salvo las iniciales del Málaga y es que la primera parte
estuvo algo trabada, con muchos pelotazos sin sentido y sin una dirección clara
en el juego de ninguno de los dos equipos. Fue una mala primera parte por parte
de ambos equipos, no hay que mentir.
En la segunda mitad, el Betis mostró algo de mejoría y se
fue a por el partido con la intención de ganarlo, tuvo buenas ocasiones de la
mano de Rubén Castro y de un fallón Leandro Damiao que no tuvo su día hoy. El Málaga
se defendía como mejor podía y buscaba el pelotazo y la contra para intentar
conseguir los tres puntos. Así transcurrió la segunda parte que mejoró a la
primera pero tampoco fue nada espectacular.
Con el partido llegando a sus últimos minutos, Recio sacó
una falta que aprovechó Camacho para adelantar al Málaga y poner la sorpresa en
el marcador, un gol que helaba a una afición que veía como su equipo dominaba
el partido a pesar de que no consiguiese adelantarse en el marcador. Este gol
fue el único que vimos en el partido y es que fue en el minuto 82, apenas diez
minutos tenía el Betis para resolver una situación que no esperaba y que hizo
que el equipo subiese casi por completo a intentar al menos empatar, algo que
no consiguió y es que realmente no tuvo oportunidades claras para hacerlo
aunque hubo una oportunidad que fue privada por el árbitro que se abstuvo de
pitar un penalti por mano clara de un jugador del Málaga.
El partido terminó y el Betis perdió una oportunidad de oro
para acercarse un poco más a la permanencia y la pena es que la ha perdido ante
un rival que no ha sido mejor que él y que es directo, pues el Málaga también
lucha por la salvación. El Betis intentó desarrollar buen juego, tuvo las
ocasiones más claras del partido y las desperdició mientras el Málaga tuvo una
en toda la segunda parte y la transformó gracias a la pasividad de la defensa y
al fallo que tuvo Adán que no estuvo acertado en la jugada del gol.
Parece que estamos abonados a sufrir esta temporada y es que
cuando podíamos encontrar la tranquilidad con una victoria, nos llevamos una
derrota. Derrota no merecida, pues el partido estaba para un empate o para una
victoria incluso pero a pesar de ello y aunque suene a excusa, hemos sido
perjudicados una vez más por el arbitraje. Considero que el Málaga debió
quedarse con un jugador menos, ya que Albentosa repartió a diestro y siniestro
y sólo se llevó una amarilla, la misma que recibió Pezzella haciendo una sola
falta en todo el encuentro. Además está la jugada del penati, penalti que habrá
visto todo el estadio menos los árbitros, lamentables cuando pitan los partidos
de mi equipo.
Pero bueno, no hay que poner excusas ni buscar culpables, a
entrenar durante el parón y a buscar soluciones para preparar el próximo
partido, un partido de alto nivel contra el Atlético de Madrid en el Calderón
donde hay que ir a por todas, pues tenemos poco que perder y mucho que ganar.
¡Vamos Betis!
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