Con John llegando al límite y encontrando en Wren a una cómplice
del asesino de los diez mandamientos llegábamos al final del séptimo episodio
de American Horror Story Hotel. Apenas quedan cuatro-cinco episodios para llegar
al final de la serie y en este octavo capítulo un hecho muy importante fue
desvelado.
ATENCIÓN, ESTA REVIEW
PUEDE CONTENER SPOILERS.
El capítulo comienza como terminó el anterior, con John
observando como en un accidente Wren, la vampira testigo de los asesinatos de
los diez mandamientos, falleció. Esto lleva a John a ir al hotel en busca del
asesino, encarándose con Liz Taylor y Sally, que accede a llevarle a un sitio
donde encontrará respuestas a las preguntas que tiene.
Sally le lleva a su habitación y le dice si está seguro de
lo que quiere hacer algo de lo que John no duda. Tras el armario hay una puerta
blindada que lleva a una especie de galería con los diez mandamientos y sus
sacrificios, cometidos por el asesino. Sally explica a John cómo sucedieron los
asesinatos y John no entiende cómo pudieron pasar 90 años desde los primeros
asesinatos hasta ahora, tiempo que transcurrió hasta que encontró a su sucesor.
Sally intenta hacer ver a John que fue él quien cometió los crímenes, algo que
John no acepta.
Tras la intro, vemos al inspector con quien John ha
trabajado hasta ahora junto al cadáver de Wren, a esta escena llega John que se
confiesa como asesino de los diez mandamientos, algo que no cree su compañero y
que John se digna a explicar cómo sucedió todo, hace 5 años fue cuando entró al
Cortez por primera vez, allí conoció a Patrick March y junto a él y tras la
desaparición de su hijo, John gracias a los consejos de March se empezó a tomar
la justicia por su mano contando a su compañero con todo tipo de detalles cómo y
por qué asesinó a sus víctimas. También vemos como John intentó suicidarse tras
su primer asesinato, algo que fue impedido por March que quería que John
terminase su obra. El policía no se cree su versión y John le apuñala para
conseguir el noveno mandamiento, pues sabe que su mujer le era infiel con él.
Después de asesinar al policía, John vuelve al hotel y
confiesa a Iris que ya recuerda todo, algo que Iris celebra y le da su llave
para que acceda a su habitación. Ya en ella se reúne con March a quien enseña
su última obra, March nota algo distinto en él y John le confiesa que ya ve con
claridad lo que sucede. March le pregunta qué hará ahora que sabe todo y John
le promete terminar su obra para cerrar el capítulo.
Este último episodio se centra en una sola trama algo que
aunque parezca que pueda ser algo aburrido o abusivo, es fundamental para el
desarrollo de la serie y del personaje de John. John estaba llegando al
extremo, estaba al borde de la locura y finalmente descubre que él es el
asesino de los diez mandamientos, empieza a recordar qué hizo y por qué lo hizo
y lo confiesa para terminar cometiendo otro crimen.
Personalmente, no esperaba que John fuese el asesino,
esperaba que quizás hubiese ayudado o hubiese encubierto al asesino verdadero
pero finalmente me topé con la sorpresa de que John es un psicópata que está
cometiendo los atroces crímenes que él mismo estaba investigando.
También esto permite conocer más al señor March que vio en
John una oportunidad única para que alguien terminase su obra y para ello
precisó de ayuda, la Condesa le ayudó secuestrando a Holden y Sally vigilando a
John para que no se viniese abajo. Sally de hecho utilizó a Wren para vigilar a
John fuera del hotel y durante los crímenes y la pequeña fue la última víctima en
lo que rodea al caso.
Esto nos deja con un panorama muy interesante, con John
sabiendo su verdadera identidad y esto posiblemente le ayudará a conseguir más
datos y secretos del Cortez.
Sobre los demás personajes y tramas poco se puede decir,
pues todo quedó en off para dedicar este capítulo especial al asesino de los
diez mandamientos. American Horror Story Hotel está poniéndose muy interesante
tras varios capítulos más flojos y espero que el último tramo de la temporada
siga en línea ascendente.
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