Cuarta entrega de Love, la serie que narra las aventuras y
desamores de Mickey y Gus. Este capítulo prometía interacción entre los dos
protagonistas y de alguna manera, ha cumplido con lo prometido.
En este episodio veremos cómo sigue la extraña y curiosa
amistad que iniciaron Gus y Mickey y que recordemos que el último contacto
entre ellos fue el intercambio de mensajes del capítulo anterior.
ATENCIÓN, ESTA REVIEW
PUEDE CONTENER SPOILERS.
El capítulo comienza con Gus y sus amigos en su apartamento
en un ambiente distendido, están creando música, haciendo bandas sonoras para
películas que no las tienen. Un plan agradable el que tiene Gus.
En cambio Mickey se prepara para ir a una fiesta a la casa
de su amiga Shawn y a la par habla de sus vivencias con Bertie y decide invitar
a Gus a la fiesta, cosa que finalmente hace.
Gus sigue con sus amigos cuando recibe el mensaje y duda
sobre si ir a la fiesta o no, sus amigos le animan a ir pero el chico duda ya que
tiene las expectativas muy altas con respecto a Mickey. Al final se dispone a
ir a la fiesta y sus amigos le desean suerte.
Gus se marcha de camino a la fiesta pero llega demasiado
pronto, por lo que ve a los anfitriones discutiendo sobre las tareas de la
casa. Finalmente Gus se presenta con mucha timidez y para evitar problemas se
dispone a limpiar el jardín de la casa.
Cuando la fiesta ya está empezada, Gus se impacienta al ver
que Mickey todavía no ha llegado a la fiesta e incluso pierde la esperanza al
hablar con Shawn y saber que rara vez va a sus fiestas. Mickey finalmente llega
a la fiesta y se encuentra con Gus al que saluda y deja plantado para ir a
hablar con uno de sus ex, Dustin.
Al ver esta actitud, Gus se desanima y llama en el baño a
sus amigos a los que cuenta la situación y les comenta que cree que ha sido un
error el ir a la fiesta. Sus amigos le animan y le incitan a que sea un hombre
y le eche valor a la situación.
Mientras tanto, Mickey va a saludar a Dustin, un ex al que a
pesar de ir con buenas intenciones, termina alterando y él le recrimina lo mal
que lo pasó gracias a ella. Terminan discutiendo y por consecuencia, Mickey
empieza a beber.
Gus empieza a relajarse en la fiesta y empieza a interactuar
con los demás invitados, de forma bastante natural. Mientras tanto, Bertie,
empieza a ligar con dos chicos contándoles en qué consiste su trabajo y
haciendo una muestra con botellas de alcohol.
Gus se viene arriba y comienza a tocar la guitarra formando
una especie de banda improvisada con el dueño de la casa y varios invitados
más. Mickey sigue deprimida y le dice que se salga a fumar con ella, pero Gus
se siente a gusto tocando y le dice que no le apetece.
Mickey se marcha sola y se encuentra con su último ex, Eric
el cual intenta volver con ella diciéndole que ha cambiado y que ha superado
sus adicciones. Mickey le rechaza y vuelve Dustin para demostrarle que se portó
mal con él. Sus ex se ponen a discutir gracias a Mickey muy a su pesar y se
pelean por ella de una forma cuanto menos curiosa. Bertie algo perjudicada por
el alcohol sigue con su conquista pero finalmente, los chicos son gays y se
queda sin ligar.
La discusión sigue en el jardín con Mickey dejando a sus dos
ex peleando mientras ella vuelve al salón y cuando ve la escena, se queja y
reivindica que antes eran más salvajes y libres, y pide a todos que se tiren a
la piscina para sentirse jóvenes. Todo el mundo comienza a hacerlo y ella no se
queda atrás, pero sufre una aparatosa caída y termina siendo ayudada por Gus.
Una vez salen de la piscina, Gus y Bertie atienden a Mickey
y la accidentada Mickey les agradece que sean buenos con ella y les sorprende
diciendo que deberían salir juntos, para cerrar así el episodio.
Un episodio que ha sido muy divertido, y ha dejado ver algo
más la forma en la que los protagonistas desarrollan sus personalidades y sus
vidas. Gus acude a la fiesta con todas las expectativas puestas en conquistar a
Mickey y a pesar de que al principio no se integraba, finalmente consigue hacer
buenas migas con el ambiente que se movía en la fiesta y termina pasándolo bien
y sin estar pendiente de Mickey, la chica que le gusta.
Bertie es un personaje que también adquiere más peso en este
capítulo, en el cual acude a la fiesta con Mickey para conocer a gente, pues
está recién llegada de Australia y apenas conoce a nadie. La chica a pesar de tener
un carácter un poco infantil, tiene bastante encanto y también se integra bien conociendo
a la gente que había en la fiesta.
Por último, Mickey quien parecía ser la reina de las fiestas
o al menos la que mejor se iba a integrar en ese ambiente, es quizás la que
peor lo pasa, ya que sus ex la hacen darse cuenta de que ha sido un desastre en
sus relaciones. Esto hace que Mickey beba y al sentirse mal hace locuras como
la de la piscina, la cual termina bastante mal para ella. Aunque en un
principio parecía ser el personaje con más fuerza y personalidad, a lo largo de
la serie se viene demostrando que no es tan fuerte y que le cuesta bastante
hacer su vida.
Para terminar de comentar el capítulo me sorprendió la bomba
que suelta Mickey al insinuar que Gus y Bertie deberían salir juntos. ¿Cómo
sentará esto a un Gus al que le gusta Mickey? ¿Lo habrá dicho en serio Mickey o
será una consecuencia del alcohol? ¿Le parecerá buena idea a Bertie? ¿Les
concertará una cita? Posiblemente algunas de estas preguntas las veamos
resueltas en el próximo capítulo.
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