Empate más que previsible el que ha conseguido el Betis hoy
en Ipurúa, el feudo del Eibar en un partido bastante soporífero pues todo el
mundo sabía prácticamente que este partido sería de empate ya que el local no
se jugaba nada y el Betis apenas necesitaba un punto para asegurar la
permanencia de forma matemática.
Para ello, el Betis llegaba con muchas bajas al encuentro y
con varias novedades en el once inicial. En el once inicial hasta tres
novedades en un posicionamiento cuanto menos curioso el que daba Merino hoy con
Xavi Torres, Musonda y Portillo entrando al once titular en el lugar de Bruno
lesionado, Westermann y Ceballos sancionados. Cejudo pasaba al lateral derecho
y N’Diaye al puesto de central debido a la ausencia de efectivos en la zona.
El partido comenzaba con menos intensidad de la normal y con
el Eibar teniendo mejores ocasiones y mayor posesión, con un Betis cerrado en
su campo y defendiendo ante un Eibar mucho más activo que tuvo una de sus
mejores ocasiones tras un córner que fue bien atajado por Adán.
Esta ocasión animó al partido y minutos más tarde, Rubén
Casto tenía la primera gran ocasión de la tarde para el Betis con un tiro
cruzado que despejó como buenamente pudo Juncá. A partir de aquí vimos los mejores
minutos del Betis que se adelantaba en el minuto 37 gracias al enésimo gol de
Rubén Castro que aprovechaba una buena combinación entre Portillo y Joaquín
para abrir el marcador. Hasta el descanso el Eibar tuvo una buena ocasión clara
que terminó siendo atajada por Adán.
Nada más volver del descanso, Castro intentaba tímidamente
aumentar la distancia en el marcador con un tiro lejano al ver a Irureta
ligeramente adelantado y prácticamente eso fue lo único destacable del Betis en
esta segunda mitad, pues el Eibar fue amo y señor del partido, tuvo muchas
ocasiones, la mayoría intercedidas por Adán o Pezzella pero ninguno de ellos
puedo evitar el gol del empate que llegaría en el minuto 73 de los pies de
Sergi Enrich que le ganaba la partida a N’Diaye y ponía las tablas en el
marcador. Indicar que un minuto antes Joaquín fue retirado del terreno de juego
para dar entrada a Molinero. A partir de este gol, el Eibar se vino arriba e
intentó por todos medios meter el segundo gol para lograr la última victoria de
la temporada en su feudo, algo que no pudo conseguir ante un Betis que se ponía
defensivo total con los cambios que introducía Merino: Van Wofswinkel por
Portillo en el 83 y Varela por Musonda en el 88.
Finalmente el marcador no se movió más y el Betis conseguía
el punto con el que cerraba la permanencia de forma matemática y se ahorra el
sufrimiento en la última jornada en la que por una vez será juez y no víctima. Ahora
sólo queda pensar en la próxima temporada que espero que sea mejor que ésta al
menos en juego, pues en resultados creo que no ha sido tan mala, nos hemos
salvado holgadamente en una temporada que se preveía de transición. Sea como
fuere, seguiremos en primera un año más, ¡vamos Betis!
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