Partido de nivel el que disputaría esta tarde el Betis ante
uno de los equipos más en forma de la liga, el Athletic de Bilbao. Además en el
estadio del equipo bilbaíno, un feudo que no se le da demasiado bien al equipo
verdiblanco.
Este encuentro era un partido bastante interesante para ver
el nivel del equipo bético ante un rival de mayor entidad, un rival que
verdaderamente lucha por Europa y que de hecho está jugando en Europa.
El equipo llegaba con varios cambios en su once, cuatro
concretamente: Molinero entraba en el once para suplir al sancionado Vargas,
Petros volvía al centro del campo en detrimento de Dani Ceballos, Joaquín salía
por la banda por Cejudo y por último Jorge Molina volvía para cambiar el
esquema a un 4-4-2 por el mediapunta Fabián. Varios cambios que a mí
personalmente me sorprendieron bastante y que no dieron resultado.
El partido fue un regalo para el Athletic que vivió
posiblemente uno de los partidos más fáciles de su temporada y es que el equipo
verdiblanco salió sin fuelle y con un letargo impresionante. El Athletic desde
el minuto 0 encajonó al Betis en su área haciendo una buena presión desde la
defensa, ante un Betis que salió muy flojo, sin presión sobre el Athletic, sin
ideas para sacar al equipo hacia delante y fallón en los pases y todo esto ante
un Athletic plagado de suplentes debido a que la mayoría de sus titulares
venían de jugar entre semana en la Europa League.
Aun así el Betis se mantuvo con el empate a cero hasta el
minuto 34 donde San José sorprendía a la defensa metiendo un pase milimétrico
desde gran distancia hacia Sabín Merino que hizo un gran control y metía un
gran gol que adelantaba al equipo rojiblanco en el marcador.
Tras el gol, el equipo apenas tuvo reacción y el Athletic
seguía bastante cómodo sobre el terreno de juego, sin problemas en defensa y
creando juego a una velocidad a la que al Betis le costaba llegar.
De hecho el
Athletic seguía acechando a un Betis que se encontraba viéndolas venir y en un
rechace en el área, Mikel Rico con un buen golpeo ponía el 2-0 en el marcador
en el final de la primera parte.
Una primera parte que el Betis regaló y donde el Athletic se
vio en un partido fácil, cómodo y donde el Betis sólo tuvo una ocasión clara
que llegó de parte de Rubén Castro pero que se marchó por encima de la portería defendida por Iraizoz.
En la segunda parte, el partido siguió en la misma tónica y no pasaron más de cinco minutos cuando Sabín Merino metía su segundo gol tras un rechace de Adán que despejó un potente disparo de Mikel Rico. Un gol que terminaba con el partido y que hacía temer lo peor, olía a goleada y los síntomas mostrados por el equipo verdiblanco daban pie a ello.
En la segunda parte, el partido siguió en la misma tónica y no pasaron más de cinco minutos cuando Sabín Merino metía su segundo gol tras un rechace de Adán que despejó un potente disparo de Mikel Rico. Un gol que terminaba con el partido y que hacía temer lo peor, olía a goleada y los síntomas mostrados por el equipo verdiblanco daban pie a ello.
Merino reaccionó a esto e hizo un doble cambio y cambió
también el esquema volviendo al 4-5-1 con Dani Ceballos sustituyendo a Petros y
Fabián haciendo lo propio con Jorge Molina. Fue entonces cuando el encuentro se
volvió más igualado, por varios motivos, el Betis ganó en estabilidad con el
cambio de esquema y el Athletic de Bilbao bajó el ritmo del encuentro
posiblemente para no hacer más sangre ante un rival malherido.
El equipo verdiblanco se mostró algo mejor pero sin crear
peligro claro, al menos no tenía tanta presión e intentaba crear juego y se
produjo el tercer cambio, entrando Cejudo por Molinero haciendo que el cordobés
ocupase el lateral derecho.
En los instantes finales, concretamente en el minuto 85,
llegó el último gol del encuentro en esta ocasión de parte del Betis, después
de que Rubén Castro rematase de cabeza un córner. Un gol que sirvió de poco por
lo tarde que llegó y es que aunque después del gol el equipo se animó un poco
no dio para más.
En definitiva, un partido que devuelve al equipo a la
realidad y que ha demostrado que el Betis no está para luchar por Europa a pesar
de que algún iluminado haya podido pensar así en las últimas fechas.
El Athletic en todo momento fue superior al Betis y justo
merecedor de la victoria, pues en la primera parte bañó al Betis a base de buen
juego y en la segunda apuntilló el partido con un gol tempranero y que sentenció
al equipo bético que reaccionó tarde y demostró que hoy no ha sido su mejor
día.
Lo único positivo que se puede sacar de esta jornada es que
los resultados de otros partidos han favorecido y el Betis a expensas del
resultado del partido pendiente por disputar entre Granada y Espanyol se
mantendrá a 7 puntos del descenso mínimo, haciendo que la derrota duela menos.
También podemos sacar en positivo que Rubén Castro sigue
haciendo goles y que seguimos sirviéndonos del juego a balón parado algo que
antes no sabíamos ni que existía. Ha sido una derrota dura no por el hecho de
que nos haya ganado el Athletic, sino por la forma en la que nos han ganado y
la imagen que hemos dado en la primera parte. Aun así, la derrota nos deja de
nuevo con los pies en el suelo y debemos aceptar que la salvación es el único
objetivo.
Ahora sólo queda pensar en el próximo partido, un partido
que sí es de nuestra liga y que se antoja bonito e importante, en casa y contra
el Málaga, un derbi andaluz que espero que nos llevemos. ¡Vamos Betis!
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