Anoche se celebraba la noche de concursos de la NBA como
parte del fin de semana de las estrellas. Personalmente es la noche que más me
gusta del fin de semana de las estrellas, pues es la más espectacular y es donde
se hacen cosas que no se ven en el resto del año.
Este año había varias novedades, una de ellas, es que no se
celebró el concurso donde leyendas, jugadoras de la WNBA y un jugador de la NBA
competían en equipos para ver qué franquicia era la mejor en tiro desde varias
posiciones de la cancha. Una pena, pues me gustaba esa mezcla de baloncesto del
pasado, femenino y masculino.
Otra de las novedades se dio en el concurso de habilidades,
con un nuevo circuito, algo que no es tan novedoso, pues todos los años cambian
algo en el desarrollo de la prueba. Aunque este año se dio a modo de
competición, donde se enfrentaban los jugadores de dos en dos hasta que
finalmente quedasen dos únicos finalistas.
En la primera ronda los resultados fueron:
C.J.
McCollum (Blazers) ganó a Jordan Clarkson (Lakers)
Isaiah
Thomas (Celtics) ganó a Emmanuel Mudiay (Nuggets)
Karl-Anthony
Towns (Timberwolves) ganó a Draymond Green (Warriors)
DeMarcus
Cousins (Kings) ganó a Anthony Davis (Pelicans)
En esta primera ronda se dieron dos enfrentamientos entre
bajitos y dos entre pívots, de manera que se asegurase una final entre un
bajito y un gigante. Algunos de los participantes parecieron no tomárselo muy
en serio y el mejor de la ronda fue Isaiah Thomas.
En semifinales:
Isaiah
Thomas (Celtics) ganó a C.J. McCollum (Blazers)
Karl-Anthony
Towns (Timberwolves) ganó a DeMarcus Cousins (Kings)
En las semifinales, Isaiah Thomas demostró ser el más ágil
de todos haciendo el circuito a gran velocidad y para muchos se convertía en el
favorito para ganar en la final ante el novato Towns.
En la
final:
Karl-Anthony
Towns (Timberwolves) ganó a Isaiah Thomas (Celtics)
En la final saltó la sorpresa y el rookie de los
Timberwolves, Towns se impuso al veloz Isaiah Thomas, el cual falló varios
tiros y perdió ahí la oportunidad de alzarse ganador. Un triunfo el de Towns
que fue celebrado con mucha efusividad por parte de los pívots que dejaron
claro que no siempre el más rápido es el mejor. Primera sorpresa de la noche de
la mano de un novato. Y es que no fue el único novato que daría la sorpresa.
Seguidamente pasamos al concurso de triples, un concurso que
tuvo de todo: sorpresas, emoción y jugadores que no estuvieron a la altura. De
los ocho participantes, los favoritos del gran público eran los Splash Brothers
y quizás James Harden. En la primera ronda, cayeron eliminados Khris Middleton,
C.J. McCollum y Kyle Lowry que tuvieron menos de 15 puntos en la primera ronda,
decepcionando en especial la participación de Lowry que “jugaba en casa”. Tras
ellos, hubo un triple empate entre James Harden, J.J. Redick y el novato Devin
Booker que empataron a 20 triples. De los tres el que pasó de ronda y
sorprendió fue el novato Devin Booker que ganó el desempate gracias a su talento
y también a un error de bulto de Harden que colocó el carro tricolor en el
centro y no le dio tiempo a tirarlos todos. Los otros dos clasificados fueron
los Splash Brothers, con Thompson siendo el que más anotó y con Curry que
estuvo a punto de quedarse fuera tras un mal inicio y que dio emoción a su
clasificación hasta el último tiro.
En la final, Klay Thompson volvió a imponerse a su compañero
y anterior campeón, Stephen Curry y al novato Devin Booker. Como curiosidad,
Thompson se convirtió en ganador con el mismo número de triples que Curry el
año anterior: 27.
Todo quedó en casa y es que ambos compañeros de equipo
dieron una buena exhibición de como enchufarlas de tres.
Pero si hablamos de exhibición, hablemos de la sucedida en
el plato fuerte de la noche-madrugada, el concurso de mates. Como
participantes, el campeón del año pasado, Zach LaVine, el gigante de los
Pistons: Andre Drummond, Will Barton de los Nuggets y Aaron Gordon de los
Magics.
En la primera ronda, Zach LaVine pasó sin problemas, Drumond
se vio fuera desde el primer instante y en la primera ronda, estuvo igualada
entre Barton y Gordon, aunque en la segunda, Gordon se impuso con claridad ante
un Barton que falló demasiado y se quedó fuera. Así que la finalísima se daría
entre Zach LaVine y Aaron Gordon.
Una final que fue tremendamente bestial, con Gordon haciendo
uno de los mejores mates de la historia, y uno de los mejores que he visto
desde que sigo este concurso, y con LaVine respondiendo una y otra vez con
vuelos y mucha agresividad. De hecho, por primera vez desde que sigo la NBA, se
vio un empate de perfección. 50 puntos en los cuatro mates de Gordon y LaVine
que hicieron dar una réplica al jurado.
Una réplica que aunque fue improvisada volvió a dejar dos
grandes mates y otros 50 puntos por parte del jurado para ambos participantes y
por lo tanto otra nueva réplica que ésta sí resultaría decisiva. En la cuarta y
última ronda de la final, LaVine tiró de un mate similar a uno que realizó el
año pasado y se ganó al jurado y por segundo año consecutivo el título,
mientras que Aaron Gordon dudó un poco en la ejecución y por sólo 3 puntos,
quedó segundo. Un segundo puesto que para muchos no fue merecido ya que hizo un
concurso brutal, de hecho, a mí me gustó un poco más que LaVine pero el base de
los Timberwolves también hizo un gran concurso y también mereció ganar. Con
este triunfo, LaVine se une al club de los ganadores del concurso de mates por
dos veces.
Un concurso de mates que mejora a los de años anteriores y
que posiblemente pase a la historia como uno de los mejores de la historia
reciente de la NBA.
Y eso fue todo en una noche para recordar donde los
jugadores de los Warriors y los Timberwolves coparon prácticamente todo el
protagonismo y los premios. Y sobre todo me quedo con una cosa: no se necesitan
a los jugadores más conocidos en el concurso de mates para tener un mejor
espectáculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario