10 de febrero de 2016

Thank you Daniel Bryan.


Ayer, en la última edición de Raw, Daniel Bryan se presentó en el show para anunciar una noticia tan temida como esperada por los fans del wrestling: el barbudo colgaba las botas.

Una noticia que se veía venir, ya que hace prácticamente un año que no tiene actividad en el ring pero que a la vez nadie quería que ocurriese. Todos los fans del dragón americano sabíamos que posiblemente la WWE no le volviese a dar permiso para luchar al menos en su empresa pero siempre ha habido un rayo de esperanza con respecto a esta decisión.

Una decisión dolorosa, ya que Daniel es uno de esos luchadores que ama verdaderamente el wrestling y es su pasión pero a la vez lógica ya que si seguía luchando posiblemente tendría problemas más graves de salud, una decisión que finalmente tomó el propio Bryan al pasar revisión y ver que los resultados no aconsejaban su vuelta a los cuadriláteros.

Y aunque se sabía que esto iba a ocurrir, personalmente siento bastante pena porque haya terminado así su carrera en la WWE y es que desde que veo wrestling que son ya más de 10 años, posiblemente ningún luchador me haya llegado tanto como él. A continuación haré un extenso resumen de su trayectoria en la WWE, con algunos apuntes personales.


Cuando llegó a la WWE allá por 2009 y fue introducido en lo que antes era NXT, una especie de concurso para ver quién ascendía al roster principal con oportunidad titular incluida por el cinturón de pesos pesados o el de la WWE, muchos no tenían esperanzas en Bryan y creían que iba a ser mal utilizado debido al trato que tuvo en dicho programa por parte de su mentor, The Miz.

Pero Bryan tenía algo especial, un carisma que pocos luchadores en la historia de la WWE han tenido, tan pocos que se pueden contar con los dedos de la mano los wrestlers que tienen ese aura especial que solo con escuchar su tema de entrada levantan a todo un estadio.

Tras su paso por NXT, llegó la polémica y el verdadero camino del éxito del dragón americano. Bryan junto a sus compañeros de NXT formaron el estable de Nexus, un estable que llegó a atemorizar al roster principal de la WWE y he ahí donde comenzó la polémica ya que Bryan fue despedido por escupir a John Cena y ahorcar con su propia corbata a Justin Roberts, algo que no estaba permitido por la política PG de la empresa.

Muchos vieron como un error, el breve paso de Daniel Bryan por la WWE y querían verlo de vuelta en la escena independiente donde es toda una leyenda, otros en cambio querían su readmisión en la empresa de Vince McMahon ya que consideraron que podía ser parte de una storyline y de hecho así fue.

En la edición de 2010 de Summerslam, Daniel Bryan volvía por la puerta grande a la WWE en la que considero es una de las noches que han marcado su carrera en la empresa más importante del mundo en lo que a wrestling se refiere. Bryan volvía para unirse al equipo de la WWE y clamar venganza contra los que fueron sus compañeros, los Nexus. En dicho combate dio muestras de lo que podía ser y eliminó a dos de sus rivales.

Tras esto, comenzó o mejor dicho, continuó su historia contra The Miz, al que derrotó en Night of Champions consiguiendo su primer campeonato en la WWE, el cinturón de Estados Unidos. Un reinado que fue de más a menos, logrando defender con éxito varias veces ante The Miz, John Morrison, Dolph Ziggler o Ted DiBiase, hasta que metieron por medio a algunas divas, las gemelas Bella y Gail Kim e intentaron de hacer de Bryan un mujeriego, algo que nunca funcionó realmente. Su reinado duró varios meses hasta que Sheamus ya en 2011, consiguió ganarle el cinturón lo que les llevó a extender su rivalidad hasta Wrestlemania 27 donde tuvieron una lucha no televisada con el campeonato en juego.

Después de su historia con Sheamus posiblemente vino la peor etapa de Bryan en la WWE, fue traspasado a Smackdown donde tuvo varios feudos de poca importancia, hasta que volvió a tener una noche que marcaría su carrera, en la edición de 2011 de Money in the bank conseguía alzarse con el maletín azul que le daba una oportunidad por el cinturón de pesos pesados. Oportunidad que según el propio Bryan utilizaría en Wrestlemania 28.

Con el maletín conseguido y con lo que esto conlleva, Bryan no parecía tener un futuro demasiado marcado y es que entró en feudo con Wade Barrett el cual le derrotó varias veces, inclusive en Summerslam. Pero todo esto cambió cuando AJ Lee empezó a ejercer de mánager-novia de Bryan y le llevó a canjear su maletín en TLC derrotando a Big Show y consiguiendo por primera vez el cinturón de pesos pesados.

Un cinturón que le llevó a dar un giro a su personaje y es que dejó de ser el chico bueno para ser un heel cobarde, buscando siempre artimañas para defender y retener su cinturón y esto personalmente no me gustó, no era necesario crear un heel así. Pero con este nuevo giro a su personaje, Bryan tuvo defensas con éxito ante Mark Henry y Big Show entrados ya en el 2012 también retuvo en una cámara de eliminación que será recordada por la casi coronación de Santino Marella como campeón de pesos pesados. Tras esto, Sheamus volvía a cruzarse en su camino y le retaba por su cinturón en Wrestlemania.

Combate que aunque posiblemente sea de los más humillantes que ha tenido Bryan en su carrera en la WWE, también se puede decir que es de los más importantes y es que, después de perder en 18 segundos ante Sheamus, se empezó a gestar el YES movement. Muchos fans se quejaron de su combate en Wrestlemania debido a que fue ridiculizado por Sheamus pero esto no fue más que el inicio de la historia de un luchador que llegó a tener reacciones del público similares a las de Stone Cold en la Attitude Era.

Tras Wrestlemania, Bryan empezó uno de los mejores feudos que ha tenido en la WWE donde nos dejó grandes combates con CM Punk con el cinturón de la WWE de por medio. No consiguió ganar, pero volvió a tener ese status que no tuvo quizás en su paso por Smackdown. Todo esto le llevó a tener cierta relevancia en Raw, donde en el episodio 1000 fue plantado en el altar por AJ Lee y recibió el ataque de The Rock en el mismo programa.


Esto le volvió a dar un giro a su personaje y es que fue acusado de estar loco y junto a Kane al que derrotó en Summerslam 2012, tuvo un tratamiento de control de la ira lo que le llevó a formar uno de los tag teams más populares y conocidos de los últimos años: el team Hell no. 


Junto a Kane consiguieron los cinturones de pareja de la WWE y elevaron el prestigio de la división. Y es que retuvieron sus cinturones hasta la llegada de The Shield, el mítico trío formado por Dean Ambrose, Seth Rollins y Roman Reigns a los que enfrentó junto a Kane y Ryback en un TLC en el evento del mismo nombre que fue de las luchas más atractivas del año.

Ya en 2013, siguió defendiendo los cinturones de pareja junto a Kane y tuvo una oportunidad de aspirar al campeonato de pesos pesados en Elimination Chamber, oportunidad que no consiguió. En Wrestlemania 29, tuvo una lucha por los cinturones de pareja ante Big E y Dolph Ziggler donde junto a Kane volvieron a retener los cinturones.

Cinturones que mantuvieron hasta Extreme Rules donde Seth Rollins y Roman Reigns se los arrebataron en dicho evento. Tras perder los títulos tuvo riña con su compañero de equipo del cual se separó y empezó una especie de feudo contra Randy Orton donde las victorias y derrotas se puede decir que se repartieron con igualdad. También participó en el money in the bank de Raw en el PPV pero no consiguió ganar.

Otro de los momentos clave de su carrera fue cuando John Cena le eligió como oponente para combatir en Summerslam 2013, donde ambos se enfrentarían con el cinturón en juego. Todavía recuerdo la gran promo que nos brindó el barbudo contra Cena en el transcurso de esta rivalidad. 

Rivalidad que terminó con una de las luchas más épicas de 2013, con Bryan coronándose como 
campeón de la WWE por primera vez en su carrera. Un campeonato que le duró poco ya que Triple H, árbitro del combate, le tendió una trampa y le sirvió en bandeja el campeonato a Randy Orton que canjeó el maletín rojo que le daba una oportunidad por el cinturón que recién ganaba Bryan.

Aquí comenzó una de las rivalidades más largas, polémicas y brutales de Bryan en la WWE, el hombre contra la autoridad. Este fue el giro definitivo para que Bryan se proclamase un auténtico top face de la compañía.

Y es que la Autoridad, conformada por Triple H y Randy Orton principalmente, se opusieron a que Bryan consiguiese brillar como campeón de la WWE a toda costa. De hecho, Bryan recuperó el cinturón en Night of Champions pero fue despojado de él la noche siguiente en Raw porque el árbitro realizó el conteo más rápido de lo habitual. Tras esto volvió a luchar contra Orton por dicho cinturón en Hell in a cell en un combate dentro de la jaula infernal donde Shawn Michaels ejerció de árbitro especial y gracias a este Orton volvió a retener el cinturón.

Tras estar en la órbita titular en los últimos meses, fue apartada de ella para unirse a CM Punk, en lo que para algunos entre los que me incluyo se consideró un equipo de ensueño. Se unieron para batallar contra la familia Wyatt a los que derrotaron en Survivor Series y posteriormente, Daniel Bryan se enfrentó en solitario en una lucha en desventaja a toda la familia Wyatt en TLC donde perdió.

Un enfrentamiento que continuó a inicios de 2014, donde Bray Wyatt raptó a Daniel Bryan para unirlo a su familia ante la sorpresa de todos. ¿A quién se le ocurrió girar a heel a uno de los luchadores más populares de los últimos tiempos? Esta pregunta rondó por mi cabeza mucho tiempo y es que daba la impresión de que querían alejar a Daniel Bryan de los puestos importantes porque no cuajaba con el perfil de superestrella que la WWE suele buscar. Pero los planes cambiaron ya que el público seguía apoyando a Bryan y parece que la compañía supo ver el error que cometió y en un Raw tras una lucha en la jaula de acero, Bryan se reveló contra Bray Wyatt levantando uno de los pops más impresionantes que recuerdo en la compañía. Daniel Bryan estaba de vuelta tras un par de semanas con la familia Wyatt y la reacción del público fue simplemente espectacular.

En Royal Rumble 2014, Daniel Bryan se enfrentó a Bray Wyatt y cayó derrotado pese al apoyo del público. Tampoco salió vencedor de la batalla real en la que creo recordar que no participó y fue motivo de queja del público, que pagó con Rey Mysterio (último luchador entrante en la batalla) y con Batista (ganador) el enfado por no ver a Bryan en la batalla. La WWE volvió a fallar con respecto a la figura de Bryan y tuvieron que hacer un road to Wrestlemania algo improvisado “gracias” al público.

En el camino hacia Wrestlemania participó en la cámara de eliminación luchando por el cinturón de la WWE quedando finalista ante Randy Orton que retuvo su cinturón una vez más gracias a la ayuda de Kane. El feudo de Daniel Bryan contra la autoridad se reconstruía tras meses de paréntesis y resulta que nos brindó uno de los mejores road to Wrestlemania que se recuerdan, con Daniel Bryan ocupando el ring junto a fans pidiendo una oportunidad por el cinturón de la WWE entre otros hechos destacados. Triple H respondió a dicha demanda y pactó un combate entre él mismo y Daniel donde el ganador sería el tercer participante en la lucha por el cinturón de la WWE en Wrestlemania.

Llegó el gran día y Daniel Bryan derrotó a Triple H que hizo todo lo posible para que el barbudo no entrase al evento principal de Wrestlemania. En dicho evento, Daniel consiguió la gesta de coronarse campeón de la WWE en Wrestlemania 30, un evento que pasó a la historia y donde Daniel Bryan tuvo dos combates en la misma noche, venciendo a Triple H, Randy Orton y Batista, casi nada. Tremendo momento que no se olvidará nunca en la memoria de los fans del wrestling. Sin duda, la mejor noche y el mejor momento de Bryan en la WWE.


Todo parecía indicar que Bryan sería una de las grandes caras de la empresa, y que marcaría una época, pero tras defender el cinturón con éxito en Extreme Rules ante su excompañero Kane, Bryan sufrió una lesión en su brazo, que después de varios meses de especulaciones resultó ser más grave de lo previsto y le obligó a renunciar al cinturón en Raw, al conocerse la decisión de que Bryan no podía defender el cinturón en Money in the bank.

En el último Raw del año, Daniel Bryan tras meses sin luchar, declaró que estaba listo para volver y que lo haría en la batalla real de Royal Rumble 2015.

A inicios de 2015 y de camino a Royal Rumble, Bryan siguió con su cruzada personal contra La Autoridad y participó en varios combates contra ellos. En la batalla real de Royal Rumble, la WWE volvió a fallar y es que Bryan esta vez sí participó pero fue eliminado por Bray Wyatt a mediados de la lucha, como si fuese cualquier luchador. No entendí ni entiendo cómo la WWE sabiendo de lo sucedido el año anterior, volvía a cometer el mismo error, eliminar a su luchador más over de la manera en la que lo hizo. La batalla fue fuertemente abucheada y el ganador, Roman Reigns se llevó uno de los mayores abucheos que se recuerdan en la historia reciente.

A finales de Enero, Bryan cerró su rivalidad contra Kane con un combate de ataúdes, ganando dicha rivalidad. Tras esto, fue a por lo que realmente interesaba, a buscar una oportunidad por el cinturón de la WWE. Una oportunidad que hubiese tenido si hubiese derrotado a Roman Reigns en Fast Lane, ya que se programó una lucha entre ellos para decidir quién luchaba contra el campeón de la WWE: Brock Lesnar. La WWE no se la jugó y corto de raíz a Daniel Bryan y su posible segunda revolución o boicot a la propia compañía de cara a Wrestlemania, el evento más importante del año. Reigns como ya dije ganó y siguió su camino hacia el cinturón de la WWE y Bryan quedaba en un segundo plano ante el enfado del público. Para “contentar” a los aficionados, la WWE decidió introducir a Bryan en una lucha de escaleras con el cinturón Intercontinental de por medio. En Wrestlemania 31 de hecho consiguió alzarse como campeón Intercontinental por primera vez en su carrera derrotando en la lucha de escaleras a Bad News Barrett, Dolph Ziggler, Stardust, Luke Harper, R-Truth y Dean Ambrose. Otro momento Wrestlemania para Daniel Bryan pero que personalmente me dejó un gusto amargo, ya que considero que Bryan mereció luchar de nuevo en el evento principal de forma legítima y la WWE no arriesgó ni apostó por él.

En el Raw post-Wrestlemania, Bryan defendió su cinturón ante Dolph Ziggler y terminó siendo atacado por Sheamus que volvía de una lesión. Tras esto, Daniel Bryan sufrió una conmoción cerebral, fue apartado del ring durante un mes sin explicación alguna y ya en Mayo, Daniel Bryan volvía a Raw para explicar que había sufrido una lesión de la cual no dio más detalles y que debía mantenerse alejado del ring por semanas, meses o para siempre, cosa que por desgracia acabó sucediendo y terminó dejando el cinturón Intercontinental vacante, siendo el segundo campeonato que deja vacante en dos años por sendas lesiones.

Desde entonces ha aparecido en Tough Enough como juez, ha escrito un libro, ha ido a convenciones y eventos en representación de la WWE pero no se volvió a subir a un ring.

Hasta ayer, donde en Raw confirmaba lo que ya anunció en Twitter: se tiene que retirar de la lucha libre. Una noticia que en Raw se extendió dando un discurso realmente intenso y muy muy emocionante, en el que se pudo ver que Bryan aparte de ser un buen luchador, es una buena persona, humilde y con mucho corazón.

Una noticia muy triste para todos los fanáticos y es que Daniel Bryan no era un luchador cualquiera. Era el luchador de la gente. Un hombre normal, no era un deportista de élite, no tenía el mejor físico, pero era puro carisma, una historia de superación, una historia que demuestra que si luchas y trabajas duro se puede conseguir lo que te propongas. Un luchador que no hubiese triunfado jamás de los jamases en una empresa como la WWE y que gracias a su buen hacer y al apoyo del público llegó a lo más alto.

Un luchador que para mí ha sido, es y será de lo mejor que he visto en mi vida y es que pocos luchadores por no decir ninguno, me ha transmitido tanto como Bryan, él me hacía estar pegado a la pantalla en sus luchas, me transmitía su pasión por el wrestling, algo que con pocos luchadores he sentido, me hacía entrar e interesarme en todas sus historias y la verdad es que le estoy muy agradecido por los combates tan buenos que siempre ha dado, en especial los ofrecidos contra gente como CM Punk, Bray Wyatt o Randy Orton.

Desde aquí, quiero mandar todo mi apoyo a Bryan y dar las gracias por todo lo que nos ofreció a los fans del wrestling. Esto no será lo mismo sin él y aunque vengan otros, el barbudo siempre será recordado y estará en el corazón del aficionado. Espero que tenga suerte en la vida y que sea feliz, ya que sabiendo la pasión que le ponía al wrestling y que este era su vida, posiblemente lo pase mal al no poder volver a subir a un cuadrilátero.

Cierro este artículo con unas palabras del bueno de Bryan tras ganar los cinturones de la WWE en Wrestlemania 30. Gracias por todo, barba.


«No sé cómo mi vida llegó a ser así. Sinceramente no lo entiendo. Soy sólo un tipo normal. Nunca he sido un atleta especial. Yo no era muy bueno en algún deporte o algo así. Y ahora fueron coreando una arena llena de gente 'te lo mereces'. Y no sé lo que he hecho para merecerlo. Es increíble ser parte de algo así».

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