Ayer, en la última edición de Raw, Daniel Bryan se presentó
en el show para anunciar una noticia tan temida como esperada por los fans del
wrestling: el barbudo colgaba las botas.
Una noticia que se veía venir, ya que hace prácticamente un
año que no tiene actividad en el ring pero que a la vez nadie quería que
ocurriese. Todos los fans del dragón americano sabíamos que posiblemente la WWE
no le volviese a dar permiso para luchar al menos en su empresa pero siempre ha
habido un rayo de esperanza con respecto a esta decisión.
Una decisión dolorosa, ya que Daniel es uno de esos
luchadores que ama verdaderamente el wrestling y es su pasión pero a la vez
lógica ya que si seguía luchando posiblemente tendría problemas más graves de
salud, una decisión que finalmente tomó el propio Bryan al pasar revisión y ver
que los resultados no aconsejaban su vuelta a los cuadriláteros.
Y aunque se sabía que esto iba a ocurrir, personalmente
siento bastante pena porque haya terminado así su carrera en la WWE y es que
desde que veo wrestling que son ya más de 10 años, posiblemente ningún luchador
me haya llegado tanto como él. A continuación haré un extenso resumen de su
trayectoria en la WWE, con algunos apuntes personales.
Cuando llegó a la WWE allá por 2009 y fue introducido en lo
que antes era NXT, una especie de concurso para ver quién ascendía al roster
principal con oportunidad titular incluida por el cinturón de pesos pesados o
el de la WWE, muchos no tenían esperanzas en Bryan y creían que iba a ser mal
utilizado debido al trato que tuvo en dicho programa por parte de su mentor,
The Miz.
Pero Bryan tenía algo especial, un carisma que pocos
luchadores en la historia de la WWE han tenido, tan pocos que se pueden contar
con los dedos de la mano los wrestlers que tienen ese aura especial que solo
con escuchar su tema de entrada levantan a todo un estadio.
Tras su paso por NXT, llegó la polémica y el verdadero
camino del éxito del dragón americano. Bryan junto a sus compañeros de NXT formaron
el estable de Nexus, un estable que llegó a atemorizar al roster principal de
la WWE y he ahí donde comenzó la polémica ya que Bryan fue despedido por
escupir a John Cena y ahorcar con su propia corbata a Justin Roberts, algo que
no estaba permitido por la política PG de la empresa.
Muchos vieron como un error, el breve paso de Daniel Bryan
por la WWE y querían verlo de vuelta en la escena independiente donde es toda
una leyenda, otros en cambio querían su readmisión en la empresa de Vince
McMahon ya que consideraron que podía ser parte de una storyline y de hecho así
fue.
En la edición de 2010 de Summerslam, Daniel Bryan volvía por la puerta grande a la WWE en la que considero
es una de las noches que han marcado su carrera en la empresa más importante
del mundo en lo que a wrestling se refiere. Bryan volvía para unirse al equipo
de la WWE y clamar venganza contra los que fueron sus compañeros, los Nexus. En
dicho combate dio muestras de lo que podía ser y eliminó a dos de sus rivales.
Tras esto, comenzó o mejor dicho, continuó su historia
contra The Miz, al que derrotó en Night of Champions consiguiendo su primer
campeonato en la WWE, el cinturón de Estados Unidos. Un reinado que fue de más
a menos, logrando defender con éxito varias veces ante The Miz, John Morrison,
Dolph Ziggler o Ted DiBiase, hasta que metieron por medio a algunas divas, las gemelas
Bella y Gail Kim e intentaron de hacer de Bryan un mujeriego, algo que nunca
funcionó realmente. Su reinado duró varios meses hasta que Sheamus ya en 2011,
consiguió ganarle el cinturón lo que les llevó a extender su rivalidad hasta
Wrestlemania 27 donde tuvieron una lucha no televisada con el campeonato en
juego.
Después de su historia con Sheamus posiblemente vino la peor
etapa de Bryan en la WWE, fue traspasado a Smackdown donde tuvo varios feudos
de poca importancia, hasta que volvió a
tener una noche que marcaría su carrera, en la edición de 2011 de Money in the
bank conseguía alzarse con el maletín azul que le daba una oportunidad por el
cinturón de pesos pesados. Oportunidad que según el propio Bryan utilizaría
en Wrestlemania 28.
Con el maletín conseguido y con lo que esto conlleva, Bryan
no parecía tener un futuro demasiado marcado y es que entró en feudo con Wade
Barrett el cual le derrotó varias veces, inclusive en Summerslam. Pero todo
esto cambió cuando AJ Lee empezó a ejercer de mánager-novia de Bryan y le llevó a canjear su maletín en TLC
derrotando a Big Show y consiguiendo por primera vez el cinturón de pesos
pesados.
Un cinturón que le llevó a dar un giro a su personaje y es
que dejó de ser el chico bueno para ser un heel cobarde, buscando siempre
artimañas para defender y retener su cinturón y esto personalmente no me gustó,
no era necesario crear un heel así. Pero con este nuevo giro a su personaje,
Bryan tuvo defensas con éxito ante Mark Henry y Big Show entrados ya en el 2012
también retuvo en una cámara de eliminación que será recordada por la casi
coronación de Santino Marella como campeón de pesos pesados. Tras esto, Sheamus
volvía a cruzarse en su camino y le retaba por su cinturón en Wrestlemania.
Combate que aunque posiblemente sea de los más humillantes
que ha tenido Bryan en su carrera en la WWE, también se puede decir que es de
los más importantes y es que, después de
perder en 18 segundos ante Sheamus, se empezó a gestar el YES movement.
Muchos fans se quejaron de su combate en Wrestlemania debido a que fue
ridiculizado por Sheamus pero esto no fue más que el inicio de la historia de
un luchador que llegó a tener reacciones del público similares a las de Stone
Cold en la Attitude Era.
Tras Wrestlemania, Bryan empezó uno de los mejores feudos
que ha tenido en la WWE donde nos dejó grandes combates con CM Punk con el
cinturón de la WWE de por medio. No consiguió ganar, pero volvió a tener ese
status que no tuvo quizás en su paso por Smackdown. Todo esto le llevó a tener
cierta relevancia en Raw, donde en el episodio 1000 fue plantado en el altar
por AJ Lee y recibió el ataque de The Rock en el mismo programa.
Esto le volvió a dar un giro a su personaje y es que fue
acusado de estar loco y junto a Kane al que derrotó en Summerslam 2012, tuvo un
tratamiento de control de la ira lo que le llevó a formar uno de los tag teams
más populares y conocidos de los últimos años: el team Hell no.
Junto a Kane
consiguieron los cinturones de pareja de la WWE y elevaron el prestigio de la
división. Y es que retuvieron sus cinturones hasta la llegada de The Shield, el
mítico trío formado por Dean Ambrose, Seth Rollins y Roman Reigns a los que
enfrentó junto a Kane y Ryback en un TLC en el evento del mismo nombre que fue
de las luchas más atractivas del año.
Ya en 2013, siguió defendiendo los cinturones de pareja
junto a Kane y tuvo una oportunidad de aspirar al campeonato de pesos pesados
en Elimination Chamber, oportunidad que no consiguió. En Wrestlemania 29, tuvo
una lucha por los cinturones de pareja ante Big E y Dolph Ziggler donde junto a
Kane volvieron a retener los cinturones.
Cinturones que mantuvieron hasta Extreme Rules donde Seth
Rollins y Roman Reigns se los arrebataron en dicho evento. Tras perder los
títulos tuvo riña con su compañero de equipo del cual se separó y empezó una
especie de feudo contra Randy Orton donde las victorias y derrotas se puede
decir que se repartieron con igualdad. También participó en el money in the
bank de Raw en el PPV pero no consiguió ganar.
Otro de los momentos
clave de su carrera fue cuando John Cena le eligió como oponente para combatir
en Summerslam 2013, donde ambos se enfrentarían con el cinturón en juego.
Todavía recuerdo la gran promo que nos brindó el barbudo contra Cena en el
transcurso de esta rivalidad.
Rivalidad
que terminó con una de las luchas más épicas de 2013, con Bryan coronándose
como
campeón de la WWE por primera vez en su carrera. Un campeonato que le
duró poco ya que Triple H, árbitro del combate, le tendió una trampa y le
sirvió en bandeja el campeonato a Randy Orton que canjeó el maletín rojo que le
daba una oportunidad por el cinturón que recién ganaba Bryan.
Aquí comenzó una de
las rivalidades más largas, polémicas y brutales de Bryan en la WWE, el hombre
contra la autoridad. Este fue el giro definitivo para que Bryan se proclamase
un auténtico top face de la compañía.
Y es que la Autoridad, conformada por Triple H y Randy Orton
principalmente, se opusieron a que Bryan consiguiese brillar como campeón de la
WWE a toda costa. De hecho, Bryan recuperó el cinturón en Night of Champions
pero fue despojado de él la noche siguiente en Raw porque el árbitro realizó el
conteo más rápido de lo habitual. Tras esto volvió a luchar contra Orton por
dicho cinturón en Hell in a cell en un combate dentro de la jaula infernal
donde Shawn Michaels ejerció de árbitro especial y gracias a este Orton volvió
a retener el cinturón.
Tras estar en la órbita titular en los últimos meses, fue
apartada de ella para unirse a CM Punk, en lo que para algunos entre los que me
incluyo se consideró un equipo de ensueño. Se unieron para batallar contra la
familia Wyatt a los que derrotaron en Survivor Series y posteriormente, Daniel
Bryan se enfrentó en solitario en una lucha en desventaja a toda la familia
Wyatt en TLC donde perdió.
Un enfrentamiento que continuó a inicios de 2014, donde Bray
Wyatt raptó a Daniel Bryan para unirlo a su familia ante la sorpresa de todos.
¿A quién se le ocurrió girar a heel a uno de los luchadores más populares de
los últimos tiempos? Esta pregunta rondó por mi cabeza mucho tiempo y es que
daba la impresión de que querían alejar a Daniel Bryan de los puestos
importantes porque no cuajaba con el perfil de superestrella que la WWE suele
buscar. Pero los planes cambiaron ya que el público seguía apoyando a Bryan y
parece que la compañía supo ver el error que cometió y en un Raw tras una lucha
en la jaula de acero, Bryan se reveló
contra Bray Wyatt levantando uno de los pops más impresionantes que recuerdo en
la compañía. Daniel Bryan estaba de vuelta tras un par de semanas con la
familia Wyatt y la reacción del público fue simplemente espectacular.
En Royal Rumble 2014, Daniel Bryan se enfrentó a Bray Wyatt
y cayó derrotado pese al apoyo del público. Tampoco salió vencedor de la
batalla real en la que creo recordar que no participó y fue motivo de queja del
público, que pagó con Rey Mysterio (último luchador entrante en la batalla) y
con Batista (ganador) el enfado por no ver a Bryan en la batalla. La WWE volvió
a fallar con respecto a la figura de Bryan y tuvieron que hacer un road to
Wrestlemania algo improvisado “gracias” al público.
En el camino hacia Wrestlemania participó en la cámara de
eliminación luchando por el cinturón de la WWE quedando finalista ante Randy
Orton que retuvo su cinturón una vez más gracias a la ayuda de Kane. El feudo
de Daniel Bryan contra la autoridad se reconstruía tras meses de paréntesis y
resulta que nos brindó uno de los mejores road to Wrestlemania que se recuerdan,
con Daniel Bryan ocupando el ring junto a fans pidiendo una oportunidad por el
cinturón de la WWE entre otros hechos destacados. Triple H respondió a dicha
demanda y pactó un combate entre él mismo y Daniel donde el ganador sería el
tercer participante en la lucha por el cinturón de la WWE en Wrestlemania.
Llegó el gran día y Daniel Bryan derrotó a Triple H que hizo
todo lo posible para que el barbudo no entrase al evento principal de
Wrestlemania. En dicho evento, Daniel
consiguió la gesta de coronarse campeón de la WWE en Wrestlemania 30, un evento
que pasó a la historia y donde Daniel Bryan tuvo dos combates en la misma
noche, venciendo a Triple H, Randy Orton y Batista, casi nada. Tremendo
momento que no se olvidará nunca en la memoria de los fans del wrestling. Sin
duda, la mejor noche y el mejor momento
de Bryan en la WWE.
Todo parecía indicar que Bryan sería una de las grandes
caras de la empresa, y que marcaría una época, pero tras defender el cinturón
con éxito en Extreme Rules ante su excompañero Kane, Bryan sufrió una lesión en
su brazo, que después de varios meses de especulaciones resultó ser más grave
de lo previsto y le obligó a renunciar al cinturón en Raw, al conocerse la
decisión de que Bryan no podía defender el cinturón en Money in the bank.
En el último Raw del año, Daniel Bryan tras meses sin
luchar, declaró que estaba listo para volver y que lo haría en la batalla real
de Royal Rumble 2015.
A inicios de 2015 y de camino a Royal Rumble, Bryan siguió
con su cruzada personal contra La Autoridad y participó en varios combates
contra ellos. En la batalla real de Royal Rumble, la WWE volvió a fallar y es
que Bryan esta vez sí participó pero fue eliminado por Bray Wyatt a mediados de
la lucha, como si fuese cualquier luchador. No entendí ni entiendo cómo la WWE
sabiendo de lo sucedido el año anterior, volvía a cometer el mismo error,
eliminar a su luchador más over de la manera en la que lo hizo. La batalla fue
fuertemente abucheada y el ganador, Roman Reigns se llevó uno de los mayores
abucheos que se recuerdan en la historia reciente.
A finales de Enero, Bryan cerró su rivalidad contra Kane con
un combate de ataúdes, ganando dicha rivalidad. Tras esto, fue a por lo que
realmente interesaba, a buscar una oportunidad por el cinturón de la WWE. Una
oportunidad que hubiese tenido si hubiese derrotado a Roman Reigns en Fast
Lane, ya que se programó una lucha entre ellos para decidir quién luchaba
contra el campeón de la WWE: Brock Lesnar. La WWE no se la jugó y corto de raíz
a Daniel Bryan y su posible segunda revolución o boicot a la propia compañía de
cara a Wrestlemania, el evento más importante del año. Reigns como ya dije ganó
y siguió su camino hacia el cinturón de la WWE y Bryan quedaba en un segundo
plano ante el enfado del público. Para “contentar” a los aficionados, la WWE
decidió introducir a Bryan en una lucha de escaleras con el cinturón
Intercontinental de por medio. En Wrestlemania 31 de hecho consiguió alzarse
como campeón Intercontinental por primera vez en su carrera derrotando en la
lucha de escaleras a Bad News Barrett, Dolph Ziggler, Stardust, Luke Harper,
R-Truth y Dean Ambrose. Otro momento Wrestlemania para Daniel Bryan pero que
personalmente me dejó un gusto amargo, ya que considero que Bryan mereció
luchar de nuevo en el evento principal de forma legítima y la WWE no arriesgó
ni apostó por él.
En el Raw post-Wrestlemania, Bryan defendió su cinturón ante
Dolph Ziggler y terminó siendo atacado por Sheamus que volvía de una lesión.
Tras esto, Daniel Bryan sufrió una conmoción cerebral, fue apartado del ring
durante un mes sin explicación alguna y ya en Mayo, Daniel Bryan volvía a Raw
para explicar que había sufrido una lesión de la cual no dio más detalles y que
debía mantenerse alejado del ring por semanas, meses o para siempre, cosa que
por desgracia acabó sucediendo y terminó dejando el cinturón Intercontinental
vacante, siendo el segundo campeonato que deja vacante en dos años por sendas
lesiones.
Desde entonces ha aparecido en Tough Enough como juez, ha
escrito un libro, ha ido a convenciones y eventos en representación de la WWE
pero no se volvió a subir a un ring.
Hasta ayer, donde en Raw confirmaba lo que ya anunció en
Twitter: se tiene que retirar de la lucha libre. Una noticia que en Raw se
extendió dando un discurso realmente intenso y muy muy emocionante, en el que
se pudo ver que Bryan aparte de ser un buen luchador, es una buena persona,
humilde y con mucho corazón.
Una noticia muy triste para todos los fanáticos y es que
Daniel Bryan no era un luchador cualquiera. Era el luchador de la gente. Un
hombre normal, no era un deportista de élite, no tenía el mejor físico, pero
era puro carisma, una historia de superación, una historia que demuestra que si
luchas y trabajas duro se puede conseguir lo que te propongas. Un luchador que
no hubiese triunfado jamás de los jamases en una empresa como la WWE y que
gracias a su buen hacer y al apoyo del público llegó a lo más alto.
Un luchador que para mí ha sido, es y será de lo mejor que
he visto en mi vida y es que pocos luchadores por no decir ninguno, me ha
transmitido tanto como Bryan, él me hacía estar pegado a la pantalla en sus
luchas, me transmitía su pasión por el wrestling, algo que con pocos luchadores
he sentido, me hacía entrar e interesarme en todas sus historias y la verdad es
que le estoy muy agradecido por los combates tan buenos que siempre ha dado, en
especial los ofrecidos contra gente como CM Punk, Bray Wyatt o Randy Orton.
Desde aquí, quiero mandar todo mi apoyo a Bryan y dar las
gracias por todo lo que nos ofreció a los fans del wrestling. Esto no será lo
mismo sin él y aunque vengan otros, el barbudo siempre será recordado y estará
en el corazón del aficionado. Espero que tenga suerte en la vida y que sea
feliz, ya que sabiendo la pasión que le ponía al wrestling y que este era su
vida, posiblemente lo pase mal al no poder volver a subir a un cuadrilátero.
Cierro este artículo con unas palabras del bueno de Bryan
tras ganar los cinturones de la WWE en Wrestlemania 30. Gracias por todo,
barba.
«No sé cómo mi vida llegó a ser así. Sinceramente no lo
entiendo. Soy sólo un tipo normal. Nunca he sido un atleta especial. Yo no era
muy bueno en algún deporte o algo así. Y ahora fueron coreando una arena llena
de gente 'te lo mereces'. Y no sé lo que he hecho para merecerlo. Es increíble
ser parte de algo así».
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