Por fin avanzo con esta nueva serie y es que ya me he
plantado en el tercer capítulo donde ya puedo confirmar que soy fan de las
historias de Gus y Mickey y que seguiré viendo la serie mientras dure.
En este tercer episodio vemos los días después a la primera
“cita” de Gus y Mickey y hay mucha tela
que cortar. Vamos a ello.
ATENCIÓN, ESTA REVIEW
PUEDE CONTENER SPOILERS.
Al empezar el capítulo vemos el despertar de Gus tras su
primera fumada en la vida. El chico está algo desorientado y se acuerda
rápidamente de Mickey a la que quiere enviar un mensaje pero no sabe en qué
tono hacerlo. También vemos a Mickey despertando y yendo ambos hacia su trabajo
con accidente o mejor dicho, incidente de Mickey incluido.
Una vez en el trabajo, Gus y Mickey tienen actitudes
totalmente diferentes y a la vez similares. Mientras Gus que es profesor de una
actriz juvenil llamada Aria tiene una actitud más compasiva con ella y
prácticamente cede a todo lo que la chica le dice muy a su pesar, Mickey tiene
una actitud más pasiva pero a la vez sumisa y habla con su jefe de su vida
personal, algo que la hace caer en que su jefe quiere tener algo con ella. Algo
que la horroriza.
Mientras tanto, Gus se tira el día mirando el teléfono
esperando una respuesta de Mickey, ella leyó el mensaje y no respondía,
bastante tenía la chica con lidiar con su jefe que con su forma de ser y actuar
hace creer a Mickey que quiere tener algo con ella o de lo contrario la
despedirá. Así que ella llama a su compañera de casa, Bertie la cual no convence a nadie para vender
su producto en una especie de reunión con supuestos clientes potenciales y al
ver que ambas están mal de dinero, decide pasar a la acción.
Gus sigue en su empeño de hacer estudiar a Aria, pues si no
aprueba los exámenes que debe hacer no podrá trabajar en un mes en la serie,
algo que sería un problema de cara a la producción de la misma. Algo que no
consigue hacer. Mientras, Mickey se va a almorzar con su jefe al que termina
besando ante la sorpresa de éste.
Ante la impasividad de Aria, Gus decide asustar un poco a la
chica para motivarla a estudiar pero en vez de inspirarla a estudiar, sólo
consigue hacer que la chica se vuelva en su contra y se marche una vez más sin
estudiar. Mickey en cambio se acuesta con su jefe al que recuerda varias veces
que ya no la podrá despedir.
Aria hace el examen y se confiesa con Gus al decirle que no
quiere seguir trabajando como actriz pues no puede tener amigas de su edad, no
tiene dinero porque se lo quedan sus padres y encima ellos se están separando. Gus
intenta tranquilizarla y finalmente hace el examen por ella. Después de
acostarse con su jefe, Mickey le confiesa a su jefe que tenía miedo de ser
despedida y le recuerda que ya no puede hacerlo. Él dice que eso es ridículo y
ella le nombra a sus anteriores compañeras de trabajo y se sorprende al saber
que ninguna fue despedida por rechazar a su jefe y éste se enfada al entender
que si ha tenido algo con Mickey ha sido porque ella no quería ser despedida
mientras él pensaba que le gustaba de verdad.
Para cerrar el capítulo, Gus habla con Susan la mandamás de
la serie en la que trabaja Aria y le comenta la situación de su alumna, le
confiesa que la ayudó en el examen y pretende pasarle el guión que ha escrito
para la serie mientras que Susan le da las gracias por haber su trabajo de
forma cortante lo que achanta a Gus que se marcha sin entregar su guión.
Mickey en cambio se dispone a hartarse de comer helado junto
a Bertie y se acuerda de que no respondió a Gus, cosa que hace y su respuesta es
muy bien recibida por Gus básicamente porque ya no la esperaba.
Esto fue todo en un capítulo donde lo que resalta son las
distintas personalidades de los protagonistas, mientras Gus es una marioneta en
manos de Aria prácticamente es su esclavo más que su profesor, Mickey se
encarga de pelotear a su jefe para seguir trabajando sin problemas con él.
Pero cuando llega la hora de la verdad, el momento en el que
tienen que actuar ambos actúan de la misma forma, buscando su propio interés y
haciendo lo que consideran mejor para ellos. Mientras Gus muy a su pesar ayuda
en el examen a Aria, Mickey no se lo piensa tanto y se acuesta con su jefe con
tal de mantener su trabajo, a pesar de que finalmente no fue una buena idea,
pues no tenía ninguna amenaza para hacer eso. Ambos toman malas decisiones para
seguir vivos en el mundo laboral.
En cuanto a la relación entre ambos no se avanza
prácticamente nada en este capítulo. Gus recrea al inicio del capítulo una
situación que nos ha pasado a todos alguna vez, cómo se empieza una
conversación con una persona a la que acabas de conocer y por la que tienes
interés. Finalmente opta por lo sencillo y se tira todo el día esperando una
respuesta que llega cuando ha perdido toda esperanza.
Una respuesta que posiblemente dé pie a otra cita o
encuentro entre los protagonistas de esta serie que crea comedia a base de los
dramas cotidianos de dos personajes tan distintos como iguales.
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