22 de abril de 2016

Review: Modern Family 7x18.


Decimoctava entrega de Modern Family que nos acerca un poco más al final de esta séptima temporada y que tras un capítulo previo que no me gustó demasiado, promete mejorarlo con creces.

ATENCIÓN, ESTA REVIEW PUEDE CONTENER SPOILERS.


Este capítulo comienza con Claire recibiendo a su padre y familia en casa, y es que Claire y Gloria se van de fin de semana a un spa ya que a Phil no le hace el plan. Mientras tanto, Jay tenía planeado ver un combate de boxeo en solitario pero Gloria y Mitchell le concertaron una “cita” con Cam para que ambos viesen juntos el combate, algo que no hace mucha gracia a ninguno de los dos. Y finalmente, Phil y Mitchell se marchan al cine juntos a ver una película llamada “Los defensores del infinito”. Lily se quedará en casa de los Dunphy con Manny y Luke cuidando de ella.

Tras la intro, vemos a Claire y Gloria en el hotel donde se van a pasar el fin de semana, todo va perfecto hasta que Claire recibe un aviso de la alarma de incendios de su casa, pero al llamar a su hijo y saltar el buzón de voz, Claire no se queda convencida y cree que los chicos están haciendo una fiesta y decide ir a casa a inspeccionar, pese a que Gloria no está muy por la labor, decide acompañarla.

En el cine, Mitchell y Phil hacen cola para entrar a la película cuando Phil se encuentra con un antiguo cliente que les ofrece unos ositos de marihuana. Aunque dudan, finalmente cogen los ositos y se los comen, pero se arrepienten cuando Phil recibe el aviso de la alarma de incendios de casa, por lo que deciden ir a inspeccionar la casa y volver a tiempo para la peli.

Mientras tanto, Cam y Jay comparten una incómoda velada de boxeo hasta que empiezan a discutir con otros dos aficionados y deciden apostar sobre el resultado del combate. Finalmente aciertan con el ganador pero esto no resta que se encuentran incómodos el uno con el otro.

Ya en casa, Claire investiga lo sucedido y se encuentra a Manny y Luke haciendo un retrato, cuando 
Phil y Mitchell llegan y es entonces cuando Claire encuentra un vaso de fiesta que huele a cerveza. Gloria cree que Claire exagera pero no se equivoca, pues Lily está encerrada en la habitación con todos los invitados a la fiesta.

Cam y Jay siguen incómodos y se vuelven a encontrar con los aficionados a los que ganaron la apuesta y les vuelven a retar.

Claire sigue con su investigación y pide a Phil y Mitchell que miren en el sótano para ver si encuentran rastro de la fiesta. Manny y Luke cuentan los detalles y el por qué de la fiesta, mientras que Phil y Mitchell empiezan a emparanoiarse por el hecho de haber consumido los ositos de maría. Claire y Gloria discuten porque la primera interroga a sus hijos y Manny está a punto de destapar el plan pero parece aguantar la presión. Finalmente, Phil y Mitch dan con la gente de la fiesta en la habitación y dudan sobre qué hacer, si delatar a sus hijos u ocultarlo. Claire interrumpe sus interrogatorios cuando oye el ruido de Cam, Jay y sus amigos que se retan jugando al ping pong en el porche de los Dunphy cuando desde la ventana aterriza un amigo que acudía a la fiesta. Gloria defiende a su hijo y este se revela diciendo que también él ha sido partícipe de la fiesta y su organización.

Todos se reúnen dentro de casa y hablan sobre la confianza que tienen en sus hijos, sobre lo buenos que son o lo malos que pueden ser. Jay pone un poco de cordura y pide a todos que se relajen ante tal situación y decide poner orden.

En el extra, Cam y Jay ponen fin a sus diferencias y se abrazan mientras Lily se encuentra muy acelerada corriendo en una cinta andadora.

De nuevo, Modern Family vuelve a la senda intermitente que lleva en esta séptima temporada y nos deja un capítulo bastante bueno con momentos muy cómicos. Aunque ha habido tramas separadas, finalmente todas han acabado siendo una.

Se me ha hecho bastante divertido ver como Claire hace de poli mala con su hijo y con Manny con tal de demostrarle a la ingenua Gloria que los chicos han organizado una fiesta en su ausencia. Es Gloria quien hace de contrapunto con Claire y es que no tiene dudas de la inocencia de su Manny, un Manny que termina confesando y demostrando a su madre que no es tan bueno ni perfecto como ella cree, algo interesante, pues se sale de los marcados márgenes del personaje de Manny.

Pero sin duda la trama más potente del episodio y que más risas me ha sacado ha sido la que ha tenido a Phil y Mitchell como protagonistas, ya que gracias a los ositos de marihuana han estado colocados todo el episodio dejando las que a mi gusto han sido las mejores escenas del capítulo.

Por último también me ha resultado gracioso como Jay y Cam hacían buenas migas entre ellos gracias a dos desconocidos, a las apuestas y a la “masculinidad” de Cam.

En resumen, un buen y divertido episodio que espero que sea el inicio de una buena tanda final de episodios, pues nos encontramos ya en la recta final de esta séptima temporada.

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