23 de mayo de 2016

Crónica: WWE Extreme Rules 2016 – De extremo sólo queda el nombre.


Anoche se celebró la edición anual de Extreme Rules, un evento que siempre me ha parecido de los más interesantes cada año y la verdad es que esta edición se podría decir que ha sido la excepción ya que a pesar de ser el evento más “extremo” del año de la WWE, a mí me ha parecido un PPV más.
En total se disputaron siete combates en los que hubo un poco de todo, sorpresas, decepciones y algunas acciones que se esperaban. En el pre-show Baron Corbin derrotó a Dolph Ziggler en un No DQ match que ni siquiera vi, por lo que no tengo opinión sobre ello.

Ya dentro del PPV en sí, el opener fue el Texas Tornado Tag Team Match entre The Club y The Usos. La lucha fue más o menos lo esperado, cuatro luchadores dándose con todo donde los Usos pusieron los spots aéreos y las superkicks y The Club en cambio ponían la fuerza y la intensidad propia de dos luchadores de su tamaño. El combate fue de dominio alterno y con mucho caos para que finalmente fuesen los chicos de The Club los que se llevasen el triunfo con el Magic Killer en la primera batalla de la noche.

En la segunda disputa de la noche tendríamos un combate titular con el cinturón de Estados Unidos en juego: Kalisto vs Rusev y la verdad me sorprendió la forma en la que estructuraron esta lucha, pues esperaba un dominio más claro de Rusev que aunque fuese patente lógicamente, tuvo momentos de debilidad ante el pequeño Kalisto. El latino a través de su velocidad y agilidad intentaba imponerse sin éxito a un Rusev que gracias a su mayor fuerza y agresividad se llevaba la lucha por rendición al doblar literalmente a Kalisto con el Accolade para convertirse nuevamente en campeón de Estados Unidos. ¡Gracias Rusev!

Nuevamente tendríamos defensa titular en esta ocasión de los campeones por pareja, New Day ante The Vaudevillains en un combate donde Big E y Xavier Woods serían los rivales de Aiden English y Simon Gotch. La lucha fue bastante corriente, no hubo prácticamente nada destacado salvo la pillería de New Day que una vez más le sirvió para retener los cinturones y es que aunque los Vaudevillains estuvieron muy cerca del triunfo fue Xavier Woods con ayuda de Kofi quien planchaba a Simon Gotch después de un rodillazo para conservar los campeonatos de pareja.

Y tras el combate por parejas llegó uno de los platos fuertes de la noche con la defensa del título Intercontinental en la lucha a cuatro bandas. Cesaro, Kevin Owens, Sami Zayn y The Miz nos brindaron un espectáculo con todas las letras en la mejor lucha de la noche. Acción sin límite ni freno en un combate en el que por momentos parecía que podía ganar cualquiera. Me gustó especialmente el trabajo que realizaron Cesaro y Kevin Owens ya que ambos lucieron especialmente bien aunque Sami Zayn y The Miz no hicieron tampoco un mal trabajo. Finalmente y después de un gran revuelo, The Miz demostró que más vale maña que fuerza y es que tras una Helluva Kick de Sami sobre Cesaro, el pelirrojo se empeñó más en quitarse de encima a Kevin Owens que en lograr la propia victoria, algo que aprovechó el campeón para retener su título al planchar a Cesaro. Dura prueba que superó The Miz que aunque no era favorito ganó a tres rivales de entidad para seguir siendo el dueño de un campeonato que eleva su nivel con cada lucha en la que se defiende.

De un plato fuerte, pasamos a otro: Asylum Match entre Dean Ambrose y Chris Jericho. Y aunque fuese un plato fuerte como decía, no fue del mismo gusto que el anterior, ya que personalmente me decepcioné y mucho con este combate, esperaba muchísimo más tanto de la estipulación, como del uso de los objetos como de los luchadores. Jericho en todo momento buscaba escapar del infierno creado por Ambrose y finalmente ambos se centraron en bajar prácticamente todos los objetos que colgaban del techo y aunque algunos ni siquiera fueron usados, ahí estaban, en medio del caos sembrado por dos luchadores que apenas dieron ritmo al combate y que apenas aportaron wrestling de verdad. Dean Ambrose está muy limitado en el ring y aunque con objetos intentó suplir sus carencias, en esta ocasión no le fue suficiente para dar un buen combate. El final sí me pareció medianamente bueno pero esto no quita que el combate fuese soporífero. En dicho final, Dean Ambrose paró el Codebreaker de Jericho lanzándolo contra las chinchetas que había esparcidas en el ring y termina sentenciando con el Dirty Deeds. Eso sí fue extremo.

Seguidamente pasamos a uno de los combates titulares restantes con la campeona de la WWE defendiendo su cinturón ante Natalya y sin el apoyo de su padre en una lucha en la que si Flair plantaba un pie en ringside su hija perdería el campeonato. Personalmente la lucha se me hizo algo lenta y pesada y eso nunca es buena señal. No decepcionaron en cuanto a nivel pero no sé, esperaba más, de hecho cuando terminó la lucha, me fui a dormir y terminé de ver el PPV esta mañana. Ambas intentaron buscar la rendición de su rival constantemente pero tras una dura batalla fue Charlotte que gracias a la distracción de su nueva socia, Dana Brooke, consiguió hacer rendir a Natalya con el Figure Eight para retener el campeonato una vez más. Aunque estuvo algo sobreactuada Dana Brooke, se me hace  muy interesante su unión con Charlotte tras lesionarse su antigua compañera.

Finalmente llegó el plato fuerte y principal de la noche, la lucha por el cinturón de la WWE en un combate con reglas extremas. Y la verdad es que de extremo tuvo poco ya que la mayoría del combate se desarrolló a modo de brawl con ambos luchadores luchando por todo el estadio pero realmente el uso de objetos que es lo que implica a mi forma de ver el punto extremo no se aprovechó, de hecho creo que sólo se usó una o dos sillas aparte de las mesas de comentaristas que eso es algo bastante típico. La lucha en sí no me pareció mala, me gustó incluso ya que hubo un gran ritmo y buenos momentos a pesar de que Roman Reigns no vendiese demasiado bien algunos movimientos. Tras una dura disputa entre ambos guerreros, no tardaron en intervenir The Club y los Usos los cuales evitaron la victoria tanto de Roman como de AJ en alguna ocasión pero fue Roman quien se llevó el gato al agua a pesar de haber recibido una severa paliza de AJ al cual atrapó con un spear en el aire cuando AJ se disponía a finalizar el combate con el Phenomenal Forearm. Me parece increíble como una vez más, la WWE hace ver a Roman como SuperRoman pues es muy poco creíble que tras la paliza que AJ le propinó con sillazos incluidos se levante como si nada y consiga la victoria. Es más, había un chico en primera fila (el de la foto) que usó las mismas expresiones faciales que yo durante el combate.

Tras el mismo vino la sorpresa mayúscula, pues Seth Rollins volvía para atacar a su archienemigo con Pedigree incluido y cerraba el evento levantando el cinturón de la WWE el cual no perdió de forma legítima.

En líneas generales fue un evento correcto, con combates que no se salieron de los patrones típicos del tipo de combate que disputaron y no fueron nada espectaculares, otros decepcionaron y el combate por el cinturón de la WWE y la lucha a cuatro esquinas por el Intercontinental salvaron la noche.

De hecho creo que esas dos historias que se nos vienen con un Seth Rollins vs Roman Reigns y el futuro del cinturón Intercontinental es lo único que me llama la atención del panorama actual de la WWE. Aunque el próximo PPV con el Money in the bank de vuelta se me hace muy interesante también.


Finalmente cierro con una encuesta para ver cuál fue la mejor lucha de la noche. Su duración es de un día, así que a votar.

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